Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la
agricultura u
horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la
educación, y luego al logro de las
aspiraciones o ideales nacionales.
A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término
“cultura” para referirse a la capacidad humana universal. Para el
antipositivista y
sociólogo alemán
Georg Simmel,
la cultura se refería a “la cultivación de los individuos a través de
la injerencia de formas externas que han sido objetificadas en el
transcurso de la historia”.
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En el siglo XX, la “cultura” surgió como un concepto central de la
antropología,
abarcando todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de
la genética. Específicamente, el término “cultura” en la antropología
americana tiene dos significados: (1) la evolucionada capacidad humana
de clasificar y representar las experiencias con
símbolos
y actuar de forma imaginativa y creativa; y (2) las distintas maneras
en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y
representando sus experiencias y actuando creativamente. Después de la
Segunda Guerra Mundial, el término se volvió importante, aunque con diferentes significados, en otras disciplinas como
estudios culturales, psicología organizacional, sociolog
ía de la cultura y
estudios gerenciales.